¿Hasta dónde eres libre de elegir?

¿Hasta dónde eres libre de elegir?

Hay muchas maneras de alimentarse, pero sólo una de nutrirse.

Te hacemos un breve resumen de la diferencia entre alimentación y nutrición, cómo se pasa de una a otra y que papel juegas tú, hasta dónde decides qué hacer y cómo hacerlo bien.

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Alimentación:

Es el acto de proporcionar al cuerpo alimento e ingerirlo.

Alimentos son las sustancias aptas para ser consumidas, ya sea de forma natural o modificándolas, partiéndolas, cocinándolas, etc. que nos aporten un beneficio. Ingerir es el hecho de introducir ese alimento en la boca, masticarlo, ensalivarlo y deglutirlo.

Es un acto voluntario y consciente, por lo tanto educable.

Nutrición:

Es el proceso biológico que realiza el organismo para que células y tejidos puedan asimilar las sustancias nutritivas de los alimentos. Es un acto involuntario e inconsciente, no lo podemos controlar.

El número de menús que se pueden preparar con alimentos naturales es infinito, pero una vez que esos alimentos se han reducido en el aparato digestivo a unas cuantas sustancias nutritivas, el organismo las utiliza, sin importarle del alimento que procede (carne, pescado, legumbre, pasta, verduras, fruta, aceite) y todos se necesitan, sólo varia la cantidad.

Cómo el alimento que ingerimos no puede ser utilizado por nuestras células, puesto que ellas sólo pueden absorber nutrientes, debemos acondicionarlos para que puedan pasar al torrente sanguíneo y ser transportados a todas las partes del organismo

De alimento a nutriente

Para que el alimento llegue a ser nutriente necesita ser procesado.

Este proceso se llama digestión y se realiza en el aparato digestivo, que está formado por el tubo digestivo y las glándulas anejas.

El tubo digestivo comienza en la boca, donde abre sus puertas al exterior para dejar que entre el alimento, una vez dentro comienza la digestión bucal; aquí es muy importante tener todo el instrumental a punto para que todo salga bien; dientes, carrillos y lengua limpios y libres de enfermedad, los dientes en posición para que engranen bien y poder morder o desgarrar el alimento, las muelas tienen que moler y con la ayuda de la saliva la lengua y los carrillos conseguir dejar el alimento en una masa fina llamada bolo, que la lengua empuja para ser deglutida hacia la laringe.

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Si, pues que sepas que tú decides:

  • Qué alimentos ingieres.
  • En que condiciones tienes la boca.
  • Si lo tragas o no.
  • Si tus dientes están limpios y sanos, tus encías, carrillos y lengua limpios e hidratados, seguro que la digestión empieza bien, y ya se sabe LO QUE BIEN EMPIEZA……

HASTA AQUÍ TU DECIDES.

A partir de aquí YA NO DECIDES, el proceso continua, una vez que tragas los alimentos y estos pasan a la laringe pasa al esófago, de ahí al estómago, intestino delgado, intestino grueso y ano para expulsar el material de desecho.

Una vez convertido el alimento en nutriente ha de ser transportado, difundido y absorbido por las células, a lo que llamamos nutrición.

Nosotros podemos elegir como nos alimentamos y como mantenemos nuestra boca para iniciar el trabajo, pero no podemos elegir que nutrientes o vitaminas absorbemos de esos alimentos, ni que pase infección al torrente sanguíneo o que tengan un sobreesfuerzo los otros órganos y glándulas del aparato digestivo, si la boca no está en buenas condiciones.

Te recordamos cuales son las funciones de la boca:

  • Sentido del gusto. (Lengua).
  • Disolución y digestión química de los alimentos. (Saliva).
  • Deglución. (Saliva, lengua y paladar).
  • Excreción. (Glándulas salivares).

Todas estas funciones se realizan en la digestión bucal, haciendo del alimento una masa llamada BOLO, la temperatura, textura y sabor de los alimentos, hace que el sistema nervioso central mande información al resto de los órganos implicados en la digestión para adecuar las secreciones a cada tipo de alimento.

Hay que masticar cada bocado las veces que sean necesarias hasta que esté bien triturado, casi líquido, una buena masticación soluciona la mayoría de los problemas digestivos más comunes.

  • Vocalización. (Lengua, labios, carrillos y dientes).

La vocalización la separamos por educación, pues no se debe hablar con la boca llena.

Salud bucal:

Si faltan o duelen piezas la insalivación y masticación de los alimentos no se realiza correctamente lo que ocasiona malas digestiones, gases, mal aliento y mala absorción intestinal.

Las enfermedades bucales pueden ser la causa que desencadene muchas enfermedades como reumas, alopecia, ictus, enfermedades cardiovasculares etc.

Tres recomendaciones básicas:

  1. Higiene; cepillar dientes, espacios interdentales y lengua después de cada comida especialmente antes de acostarte y mantener la boca hidratada.
  2. No picotear entre comidas y si lo haces, cepillarse los dientes después, en su defecto sustituir alimentos de consistencia blanda y adhesivos por duros y no adhesivos.
  3. Visitarnos al menos 1 o 2 veces al año para realizar una revisión de tu estado bucodental.

En esta carrera la salida es el alimento, la meta la eliges tú y nosotros te ayudamos. Salud o Enfermedad TÚ DECIDES.

esquema

En resumen, el objetivo final de la alimentación es que nuestras células tengan la materia prima necesaria para alimentarse y reconstruir sus partes dañadas.

Que cualquier fallo en el proceso de la nutrición privará de energía a nuestras células, deteriorando los tejidos a los que pertenecen y provocando enfermedad.

La salud bucodental y la nutrición, son la pescadilla que se muerde la cola, si hay buena salud bucodental se consigue una buena nutrición y por ello una buena salud general; una mala nutrición contribuye a la proliferación de enfermedades entre ellas las bucodentales.

 

Ana Serrano

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