Es un material de relleno que se utiliza para corregir el daño provocado en la superficie dental y recuperar en lo posible su forma original.
Hay varios tipos de empaste dependiendo del material utilizado para empastar, la zona que se empasta, el tiempo que tienen que permanecer en la boca, etc.
Generalmente por salud o por estética.
La causa principal suele ser la caries, otras razones pueden ser fracturas dentales o desgaste, tanto por bruxismo (apretar o rechinar los dientes) como por un uso inadecuado (como puede ser usarlos para cortar o partir cosas o morderse las uñas).
Metales (como amalgama de plata o el oro) y resinas (como el composite, la cerámica o ionómeros de vidrio).
Los metales hoy en día están casi en desuso, el oro por su coste y laboriosidad, y la amalgama de plata por estética.
Dentro de las resinas el más utilizado es el composite por sus ventajas en tiempo (se hace en una sesión), coste (adaptado a casi todas las economías), estética (del color del diente), durabilidad (gracias a los avances del material pueden ser tan duraderos como las amalgamas de plata).
Los cerámicos también llamados incrustaciones, requieren más visitas, material más costoso y laborioso.
Los ionómeros de vidrio son empastes de menos duración pero liberan flúor, suelen ser una opción para niños cuyos dientes están cambiando.
Los profesionales te indicarán cuál es el más apropiado en tus circunstancias.
- Se elimina la caries
- Se graba y lava
- Se pone adhesivo
- Se pone empaste
- Se endurece
El mejor, el que no se pone; o sea la prevención, combinar buena higiene oral y buena alimentación.
Y si hay que ponerlo el mejor es el más adecuado a cada situación, confía en nosotros te orientaremos.
Son empastes de poca duración y fácil adaptación, necesarios para tratamientos de urgencia, si se necesita un tiempo de observación para valorar la evolución de un tratamiento, una gran cavidad con posibilidad de afectación pulpar, etc.
No es un tratamiento terminado, es muy importante acudir a las citas programadas por el profesional para que controle su estado hasta poder sellar definitivamente el diente, si no lo hace su diente se infectará causándole mayores problemas.
Sí, aunque duran muchos años, la vida media de un empaste está entre 6 y 10 años.
No hay un tiempo exacto, cada persona y cada diente en la misma persona pueden tener tiempos distintos, no es lo mismo un gran empaste en un diente pequeño que un pequeño empaste en un diente grande, ni en qué parte del diente este puesto para tener más o menos retención, no afecta lo mismo a la estética un empaste en un diente que en una muela, tampoco están sometidos a la misma presión los empastes en personas con bruxismo o que se muerden las uñas o bolígrafos como en personas que no lo padezcan o que lleven férulas de descarga etc.
Hay muchas razones por las que hay que controlar que los empastes estén haciendo su función correctamente, de ahí la importancia de las revisiones.
Por estética
Decoloración o manchas; con el tiempo los empastes se oscurecen o amarillean por los distintos tintes de los alimentos.
Por nuevas caries
Si el diente empastado está en contacto con restos de comida y bacterias, estas pueden formar una nueva caries en el diente o lo más habitual infiltrarse entre el diente y el empaste formando una caries bajo el empaste que al no verse puede llegar a ser muy grande antes de dar síntomas.
Por desgaste o rotura
Un golpe o una mala mordida pueden hacer que se rompa un empaste o incluso el diente tenga o no empaste. Cuando se mastica se ejerce mucha presión sobre los dientes, esta presión continuada produce desgaste y hace al empaste más débil, lo que provoca la aparición de fisuras o fracturas.
Con buena higiene y haciendo las revisiones rutinarias que te indica tu dentista.
En estas revisiones el profesional valora el estado general de tu boca, tanto del correcto funcionamiento de tus empastes; tanto visual (decoloraciones, manchas, fracturas), al tacto (con la sonda), la altura (que no contacte más el empaste que el diente), con radiografías(si hay indicios de deterioro no visible o síntomas); como si mantienes una higiene adecuada o necesitas mejorar, si usas correctamente el hilo dental o en que zonas debes aplicarte un poco más, si debes utilizar también los cepillos interproximales, colutorios, pastas especificas, el uso de férulas y dependiendo de tu saliva y tu destreza valora la periodicidad de las limpiezas en clínica.
Normalmente porque se limpia menos o peor, bien sea por la disposición del diente, frenillos, pliegues del carrillo, ser diestro o zurdo, la dificultad para llegar a esa zona, etc.
Si un diente se empasta por caries y se mantiene el mismo tipo de limpieza en esa zona, es fácil que se vuelvan a depositar bacterias y se vuelva a cariar.
Por eso es importante que al limpiarte incidas más en esas zonas, te puede ayudar utilizar reveladores de placa para ver donde se acumulan las bacterias, o utilizar un cepillo específico para esa zona, colutorios, etc.
No dudes, pregunta, tu dentista te explica y te orienta.
El coste de un empaste varia según múltiples factores, por ejemplo localización de la zona a empastar, número de zonas a empastar en la pieza, material utilizado, si es definitivo o provisional, etc.
Por ello, en ALSER DENTAL le aconsejamos nos pida una cita en la que valoraremos su caso detalladamente y le daremos un presupuesto personalizado acorde a sus necesidades.